Sinopsis
Michael es un gamer. Y como la mayoría de los gamers, pasa casi más tiempo en la VirtNet que en el mundo real. La VirtNet ofrece una inmersión total de cuerpo y mente, y es adictiva. Gracias a la tecnología, cualquiera con dinero puede experimentar mundos de fantasía, arriesgar su vida sin posibilidad real de morir o simplemente pasar el tiempo con sus Virt-amigos. Y contra más habilidades para hackear tengas, mayor diversión. ¿Para que seguir las normas cuando la mayoría de ellas son estúpidas de todos modos?
Pero hay reglas se hicieron por alguna razón. Alguna tecnología es demasiado peligrosa como para ser engañada. E informes recientes afirman que hay un gamer que ha ido más lejos de lo que cualquier otro jugador fue jamás: él está reteniendo a jugadores como rehenes dentro de la VirtNet. Los efectos de esto son terribles—a todos los rehenes se les ha diagnosticado coma cerebral. Sin embargo, los motivos del gamer son todo un misterio.
El gobierno sabe que para atrapar a un hacker, necesitas a otro hacker. Y ellos han estado observando a Michael. Lo quieren en su equipo. Pero el riesgo es enorme. Si acepta el reto, Michael tendrá que salirse de la VirtNet. Hay callejones y recovecos que el ojo humano nunca ha visto y depredadores que ni siquiera él llegará a entender—y hay una posibilidad de que la línea entre el juego y la realidad se vuelva borrosa para siempre.
Pero hay reglas se hicieron por alguna razón. Alguna tecnología es demasiado peligrosa como para ser engañada. E informes recientes afirman que hay un gamer que ha ido más lejos de lo que cualquier otro jugador fue jamás: él está reteniendo a jugadores como rehenes dentro de la VirtNet. Los efectos de esto son terribles—a todos los rehenes se les ha diagnosticado coma cerebral. Sin embargo, los motivos del gamer son todo un misterio.
El gobierno sabe que para atrapar a un hacker, necesitas a otro hacker. Y ellos han estado observando a Michael. Lo quieren en su equipo. Pero el riesgo es enorme. Si acepta el reto, Michael tendrá que salirse de la VirtNet. Hay callejones y recovecos que el ojo humano nunca ha visto y depredadores que ni siquiera él llegará a entender—y hay una posibilidad de que la línea entre el juego y la realidad se vuelva borrosa para siempre.
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